PARTE 1


Gabriel Figueroa Mateos fue un cinefotógrafo y director de fotografía, figura importante de la época de oro del cine mexicano.
Su lente descubrió un México de claroscuros, en el que el maguey y la nube reinaban sobre el interminable paisaje de volcanes.



Retrato por Hoyningen – Huene 1945


A través de su mirada mostró un México vibrante y lleno de vida. Como él mismo lo expresó al recibir en 1971 el Premio Nacional de las Artes: “Estoy seguro de que si algún mérito tengo, es saber servirme de mis ojos, que conducen a las cámaras en la tarea de aprisionar no sólo los colores, las luces y las sombras, sino el movimiento que es la vida.”


“Rieles” Película Una golfa 1957 de Tulio Demicheli


Figueroa nace el 24 de abril de 1907 en la Ciudad de México. Al tercer día de su nacimiento muere su madre a consecuencias del parto, su padre al no poder lidiar con la pérdida de su esposa, deja a Gabriel y a su hermano Roberto al cuidado de sus tías. Tras cursar la preparatoria en la escuela de San Ildefonso, estudia pintura en la Academia de San Carlos y música en el Conservatorio Nacional de Música.
A los 16 años comienza a interesarse por la fotografía gracias a José Guadalupe Velasco, luego se hace amigo de otros fotógrafos como Gilberto Martínez Solares y Raúl Martínez Solares, quienes posteriormente también se convertirán en cinefotógrafos.



Roberto y Gabriel Figueroa


Gabriel Figueroa


A los veinte años de edad aceptó su primer trabajo en un estudio fotográfico y desde entonces no se apartó jamás de la fotografía. Durante cinco años se ocupó de la producción retratística de varios estudios fotográficos en la Ciudad de México, incluyendo uno de su propiedad, en los que comenzó a descubrir los las técnicas de iluminación, el encuadre y el retoque de imágenes. Teniendo como referencia las fotografías que el cine hollywoodense hacía de sus artistas, su lente capturó a un sinfín de estrellas pertenecientes al teatro y cine mexicanos. Estos retratos revelan el talento de Figueroa para fabricar imágenes, que comenzaban a formar un lenguaje personal y conferían a las estrellas cierta aura de distanciamiento que condenó a sus admiradores a venerarlas como objetos inalcanzables.


Gabriel Figueroa


Fueron en revistas de la época en donde se publicaron un buen número de estos retratos. Mucho de lo que aprendió en su formación como retratista de estudio, como el estilo pictorialista y el uso selectivo y preciso de la iluminación, denominado retrato a la Rembrandt, fue aplicado posteriormente en su trabajo cinematográfico, no solamente en sus arriesgados Close-ups que acostumbraba hacer a sus actores, sino en la meticulosa tarea de balancear el claroscuro, que habría de convertirse en una de las señas particulares de su estilo.


Esperanza López Mateos


Es a partir de 1932 cuando Gabriel Figueroa comienza a participar en proyectos cinematográficos. Contratado como fotógrafo de fijas para películas como Revolución, Enemigos, La Sombra de Pancho Villa, entre otras, su trabajo consistió en utilizar su cámara fotográfica para capturar las escenas que servirían para promocionar el filme en su etapa de distribución y exhibición, pero también para registrar lo ocurrido detrás de cámaras durante la etapa de rodaje. En 1935 la empresa cinematográfica CLASA otorga a Figueroa una beca para Hollywood, donde tiene como maestro a Gregg Toland, director de fotografía de Ciudadano Kane.


Gabriel Figueroa


Ya instalado en la esfera cinematográfica mexicana como fotógrafo fijo, iluminador, operador de cámara y cinefotógrafo suplente, fue en 1936 cuando tuvo su primera participación como cinematógrafo en Allá en el Rancho Grande, de Fernando Fuentes, película que se convirtió en un rotundo éxito en taquilla, con la que consigue su primer premio de fotografía en la Muestra Internacional de Cine de Venecia. Es también el primer premio importante para el cine mexicano.
Ese mismo año colabora con Alex Phillips en Cielito lindo.



Grabación de Cielito Lindo


Entre 1939 y 1943 Figueroa trabajó en más de 40 películas, sin embargo, no fue hasta la filamción de Flor Silvestre (1943) que su estilo adquirió cierta solidéz. Esta fué la primera de 24 películas que realizó junto al director Emilio “El Indio” Fernández, formando el conocido equipo Fernández-Figueroa, fundadores de una época del cine mexicano que se apropió del férreo discurso nacionalista, crearon una retórica visual que fue el centro de un cine que santificaba a los próceres, elogiaba a la patria y hacía gala al machismo rampante.


Emilio Indio Fernández, Dolores del Río, Pedro Armendáriz y Gabriel Figueroa (1949)


El binómio Fernández-Figueroa contó casi siempre con los mismos miembros: los actores Pedro Armendáriz, Dolores del Río y María Félix; el guionista Mauricio Magdaleno, Gloria Schoemann como editora, la escenografía de Manuel Fontanals, Armando Váldes Peza como vestuarista y Francisco Domínguez y Antonio Díaz Conde en la música.


María Félix y Figueoa


En 1945 como Secretario General de la Sección de Técnicos y Manuales del STIC-CTM, denuncia públicamente la corrupción dentro del gremio de los líderes sindicales de la CTM. Todas la secciones se unieron para formar el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica de la República Mexicana, bajo la dirección de Mario Moreno “Cantinflas”, Jorge Negrete y Gabriel Figueroa.
En este año fotografía La perla de Emilio Fernández. La película gana tres premios internacionales de fotografía en la Muestra de Venecia (1948), en el festival de Madrid (1949) y el Golden Globe de los Hollywood Foreing Correspondents (1949).



Gabriel Figueroa, Cantinflas y Negrete (huelga CTM)


En 1946: Fotografía El fugitivo de John Ford, gana el Premio Internacional de Fotografía del Festival de Cannes por María Candelaria, funda la primera Academia de Estudios Cinematográficos y la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de México. Da su apoyo a la huelga en Hollywood de Laboratorios y Escenógrafos, ordenando a los laboratorios de México no procesar ningún material de Hollywood.


C. Cooper, Figueroa, Gregory Peck, John Ford y E. Fernández (1948)


PARTE 2


Festival de Venecia (1952)


Al año siguiente el Ateneo Nacional de Ciencias y Artes de México le otorga la medalla de Oro. Preside en 1949 la Asamblea que, a propuesta de Pablo Neruda y Efraín Huerta, se organiza en México en solidaridad con los cineastas de Hollywood despedidos de su trabajo y encarcelados por la caza de brujas macartista.


Gabriel Figueroa y Walt Disney


Gabriel Figueroa y Marilyn Monroe


En 1950 comienza su colaboración con Luis Buñuel haciendo la fotografía de Los olvidados de, a la que seguirán Él (1952-1953), Nazarín (1958), Los ambiciosos (1959), La joven (1960), El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1964-1965).


Luis Buñuel y Gabriel Figueroa


'Encapuchados' Gabriel Figueroa, María Félix, Embajador Ruso en México y Luis Buñuel


También en 1950 La OEA, por medio de la Panamerican Union, le organiza en Washington una exposición homenaje y es invitado a participar en el Festival Cinematográfico de Karlovy-Vary, donde gana el premio a la fotografía por Pueblerina de Emilio Fernández.
A comienzos de los cincuenta viaja a Cuba para fotografiar una película sobre la vida de José Martí y para 1955 se solidariza con el movimiento de la Sierra Maestra de Fidel Castro.
En 1959 es nombrado secretario del Consejo de Producción de CLASA Films Mundiales.
En 1960 A petición de Angélica y Adriana Siqueiros se entrevista en la cárcel con David Alfaro Siqueiros para interceder posteriormente en su favor ante el presidente López Mateos.



Gabriel Figueroa


Diego Rivera, G. Figueroa y David Alfaro Siqueiros


Ese mismo año Colabora como consejero de Producción en CLASA Films Mundiales en las películas basadas en la obra de Bruno Traven; participa también en El gallo de oro de Juan Rulfo con adaptación de Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez.
En 1964 es nominado para el Óscar de Hollywood por hacer la fotografía de La noche de la iguana de John Huston.



John Huston y Gabriel Figueria. Set de la Noche de la Iguana (1962)


John Huston, Deborah Kerr, Gabriel Figueroa, Zoe Salis, Richard Burton y Elizabeth Taylor


Gabriel Figueroa y Tenesse Williams


En 1968 es nombrado Miembro activo de The Academy of Motion Picture Sciences and Arts.
En 1971 Recibe el Premio Nacional de Artes.
En 1972:
- Recibe el Premio Salvador Toscano de Ciencias y Artes al mérito cinematográfico.
- Es nombrado Presidente de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de México.



Gabriel Figueroa junto a sus hijos (foto por Álvarez Bravo)


Gabriel Figueroa y B. Traven (foto por GFF)


Continuó trabajando a lo largo de los años setenta en diversas producciones, y a comienzos de los ochena se Inició del proceso de ordenamiento y clasificación de los materiales de su archivo formado por más de 18.500 filminas.
En 1983 fotografía su última película Bajo el volcán, de John Huston.
En 1984 recibe el homenaje del San Francisco Film Festival por su aportación a la industria cinematográfica.
En 1986 The Festival of Festivals Toronto International, en Canadá, le ofrece su homenaje con la proyección de Macario (1959) y Pedro Páramo (1966), ambas fotografiadas por Figueroa.
En 1987 Recibe el Ariel de Oro de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas.



Gabriel Figueroa


En 1988 La revista Artes de México le dedica un número monográfico.
En 1991 recibe el homenaje de la Universidad de California (UCLA) y se edita el primer portafolio con 10 serigrafías.
Gabriel Figueroa fallece el 27 de abril de 1997 en Ciudad de México, a sus recien cumplidos 90 años.
Su filmografía cuenta con 235 títulos, en los cuales se desempeñó como director de fotografía o codirector. Los trabajos fílmicos son desde largometrajes hasta documentales.



Gabriel Figueroa


Es evidente que Gabriel Figueroa estaba consciente de las gramáticas visuales de su tiempo. Creó, junto con sus directores, un complejo entramado de alusiones gráficas — acaso irrepetibles—, a partir de referencias provenientes de la pintura, de imágenes técnicas (la foto y el cine), de libros o de la propia inventiva surgida de lo cinemático. Una fotografía plenamente moderna, que se valió de todos los recursos visuales de su tiempo, y que se convirtió en una parte sustancial del cine, de un imaginario sobre México que quedaría para siempre.


Último Retrato de Gabriel Figueroa (foto por su hijo Gabriel Figueroa Flores)



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